domingo, 13 de diciembre de 2009

Alargando los segundos

Los dedos se deslizaron como un chorro de agua por su pelo. Eran fríos, como un chorro de agua. Tal vez eran inodoros, incolóros... tal vez incípidos, como un chorro de agua, pero no sabría decirlo, nunca he probado un dedo. Como decía. La manera en que sus dedos acariciaban las puntas resquebrajadas de su pelo, recorriendo los hasta la raíz y la manera en que luego daban con el cuero cabelludo, como si nunca hubieran estado concientes de su existencia, le relajaban.

Adquirió ese hábito cuando murió Eustaquio segundo, el hamster verde (obviamente teñido) que le había regalado un turista con una enfermedad terminal hace treinta y dos meses, tres dias, cinco horas y tres minutos. Tiempo inventado, cierto, pero el reloj biológico no miente. 

Como de súbito, como si se hubiese descubierto a si mismo, encontró su pelo. Estaba ahí, arriba. "¿Porqué no nos hicieron para mirar bien arriba, a nuestro pelo? Nos hicieron incomplétos", pensaba Vincent, "Si hubiera sabido que había sobre mí, me hubiera ahorrado tanta...". A veces le gustaba detenerse, justo antes de decir una mala palabra, o pensarla.

Entonces, cuando halló su nuca, apareció en su mente la imagen de Uma, casí pudo oir nítidamente un sonido cuando divisó su sonrisa delante de él, en el espejo. Un sonido parecido a tronar de las olas, sólo que no tan solemne, no tan poético. Un sonido tan vulgar como nos parecería un eruct en medio de un funeral. Porque en los funerales los eructos parecen aún mas vulgares, deben parecerlo. [Creo que una vez escuche de unos... de estos científicos raros que grabaron un eructo normal, esos que dan saltos en la comodidad de una casa o en la intimidad de un motel, y luego grabaron un eructo vulgar, el del funeral. Bueno, hasta donde supe, le mostraron los dos eructos a un montón de tipos (¿y tipas?) y les pidieron que calificaran cual era mas vulgar. Todos, menos uno, identificaron el eructo del funeral como el mas vulgar. Luego se supo que el que calificó el eructo normal como el mas vulgar era un sepulturero... algo por el estilo. Da para pensar ¿No?].

La mujer estaba tras de Vincent, que - el muy desgraciado - solo atinó a decir, "Tengo agua, nada más". "¿Te pedí agua?", dijo ella, "¿Te pedí un vaso de maldita agua, imbécil?", recalcó cuando él no respondió. No responder es una muy estúpida manera de ganar una discusión, pero a veces funciona. Entonces ella salió, ofendida, y él, que notó lo ofendida que estaba la ofensora con su ofensa, se ofendió. Ofenderse, esa es la primera clave, es la primera forma en que una persona reclama sus derechos, es la respuesta más humana. Si lo llevamos al terreno de la física termodinámica, podríamos decir que las cosas caen bajo su propio peso. No, las cosas no. Las cosas. Esa es la segunda clave, para hacer mas humana la comúnicación, la expresión en general de ideas - y de la falta de ellas - las personas tenemos la capacidad inútil de dotar de una estúpida ambigüedad a las palabras. ¿Qué es una cosa?. Hace miles de millones de años, cuando a algún troglodita le pidieron que inventara las palabras, esa pregunta hubiera sido fácil de responder, pero ahora, luego de trillones de minutos, esa pregunta es un pedazo de papel inmundo dando vueltas y vueltas por el inodoro. Tanto tiempo no ha pasado en vano. Esa es la tercera clave, que, un humano es un humano, sin importar lo que quiera ser ni lo que hayan sido sus padres. Sin importar si eres un cavernícola o un artista plástico conceptual, el ser una persona te dota de una consistencia que, a pesar de que a Vincent le parescan sus dedos un chorro de agua, es la del hielo. Una consistencia que se derrite, si, nos deshacemos momento tras momento hasta llegar a un último y agónico deshielo, poético y triste, como el sonido del tronar de las olas. Sin importar eso, lo que queda de nosotros sigue siendo consistente. Mientras somos vida somos consistencia. Por eso, Vincent alejó los dedos de su cabeza y se tranquilizó. Uma volvería, después de todo, era una persona.

1 comentario:

  1. Jajajaja que buena como fuiste desglosando poco a poco al ser humano, para llegar a la conclusion de que somos humanos. Pareciera ser que nosotros mismos somos un circulo vicioso, quizas por egocentrismo, quizas porque Dios, thor o el big bang lo quisieron asi.

    Pero me gustó tu metafora de nuestra consistencia, que es como la del hielo, y que aunque lleguemos a esos deshielos agónicos...tarde o temprano nos evaporamos, volvemos en forma de lluvia y volvemos a estar solidos como el hielo otra vez.

    Saludos primo ;) Nos tamos viendo

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