Que tiene, la excelsa emanación de las alturas
que con solo caer honesta, pura, tal vez sucia
embadurna de recuerdos las almas y se cala
entre los agujeros que separan la coraza táctil de lo que es verdadero.
En el interior una pequeña gota cae
tal vez dando en el ventriculo izquierdo
provocando un palpitar errático,
más dispar, más humano.
¡Qué traerá la lluvia esta noche!
Solo espero que cuando roce el cristal de mi ventana
no olvide dejar un recuerdo, el rastro frío de sus labios
el goteo molesto de su nostalgia.
Lluvias mejores han habido y lluvias mejores habrán
pero solo en esta confió mis destinos
con miedo de que tal vez no vuelva a llover jamás
por que, por desgracia, se acerca el estío.
Diego Soto.